28,00 €
26,60 €
La economía española, que inició el siglo xxi destacando por su elevada tasa de crecimiento económico, las mejoras importantes en el bienestar, la internacionalización de sus empresas y su fuerte atractivo para los flujos migratorios del exterior, lleva ya un lustro padeciendo una profunda crisis económica y social como consecuencia de la fragilidad y la dependencia de la financiación externa, así como por la propia debilidad de su estructura productiva. La dependencia de la financiación externa, que se ha manifestado en un elevado nivel de endeudamiento privado, tanto de empresas como de familias, al inicio de la crisis financiera internacional, explica en qué manera las dificultades de acceso al crédito exterior, derivadas de tal crisis, y la posterior explosión de la burbuja inmobiliaria bloquearon el crecimiento interno, al tiempo que las carencias en materia de competitividad internacional condujeron a la economía española a una situación de emergencia con resultados negativos sobre la actividad. Así, los cierres de empresas se han ido acelerando desde 2008, el desempleo se ha generalizado y los déficits presupuestarios, en buena medida vinculados a la fuerte caída de los ingresos públicos, han debilitado las políticas públicas hasta extremos inimaginables. Esta situación de extrema debilidad obliga a recordar las potencialidades de la economía española, evaluando los cambios habidos en la estructura y en el marco institucional, pero también a identificar los problemas pendientes de solución. La economía española cuenta con una historia de éxito en años pasados que la acercó a los estándares de nivel de vida medios de la Unión Europea, dando muestra de la capacidad de reacción y modernización de su economía ante los retos de la integración -de su integración- en el mercado común europeo, primero, y en la unión monetaria, más tarde. En este periodo más reciente se vienen produciendo cambios profundos en las regulaciones fundamentales de la actividad económica, desde el mercado laboral hasta el sector financiero, pasando por la política de competencia o la del sector de las telecomunicaciones, que tendrán repercusiones directas sobre la trayectoria actual y futura del crecimiento económico global y el de los diferentes sectores económicos, así como sobre las políticas sociales. Asimismo, la crisis ha puesto de relieve, aún más si cabe, la influencia de la Unión Europea en el devenir de la economía española, de sus políticas económicas y sociales e incluso en la determinación de las prioridades de ambas, economía y sociedad españolas. Contemplando estas reflexiones, este libro, en su segunda edición, pretende ofrecer una panorámica de los diferentes aspectos de la economía española, de su trayectoria de crecimiento, de sus sectores más relevantes, de su grado y su forma de inserción en la economía internacional, así como de la acción pública en materia de regulación de la actividad en sus muy diversas facetas, de su actuación fiscal y presupuestaria, o de las políticas de protección y bienestar social, con un objetivo básico: que aquellos que lo lean puedan adquirir instrumentos mínimos pero suficientes para interpretar una realidad que, sin duda, condiciona su vida y la de quienes están a su alrededor